martes, 11 de junio de 2013

Turbio, turbio, turbio.


¡Hola!

Por fin ya he entrado en la dinámica del hospital, ahora es una gozada ir de sitio en sitio. Ya estoy ubicado y es lo que debo aprovechar. Realmente es muy interesante, por ejemplo, hoy ha sido un día en el que he visto cómo manejan la tuberculosis infantil y las medidas de educación y prevención que emplean.

El fin de semana fuimos a Batu, una ciudad próxima a Malang que se basa en un complejo turístico para indonesios. Hay un zoo, en el que te encuentras estampas como la siguiente: al acercarnos al lugar de observación del elefante asiático, nos apoyamos en la barra, y de repente, a mi lado, un niño que miraba fijamente al elefante se gira y...mandando a pastar al elefante se queda embobado mirándonos, se ve que considera más exótico ver a tres “bulehs” que a un elefante.
Batu en sí no tiene nada interesante.

Quiero hablarlos del tráfico. Es un puto peligro, un caos. Especialmente por las motos, que son una plaga y se meten por todos los rincones milimétricos que encuentren. Lo de los carriles es algo relativo, los semáforos forman parte del decorado, los arcenes y aceras no son más que las extensiones naturales de la calzada y adelantar mientras otros coches vienen en sentido contrario es habitual.

Y sí, todo es jijí y jajá con el tráfico hasta que, yendo en una fragonetilla, encuentro un corro de gente en la calle rodeando a dos personas tumbadas en el suelo con dos motos en las proximidades, una se mueve, y la otra no, y tumbada boca arriba tiene un charco de sangre en torno a la cabeza. La gente de la fragonetilla se escandaliza y grita, pero es que en esta ciudad (y eso que aquí el tráfico no es ni la mitad de peligroso que en ciudades más grandes como Surabaya o Jakarta) llega a urgencias cada hora un politrauma de los gordos. Sí, cada hora, o menos.



Hoy, Kimi, Raiko, un holandés que está de intercambio en la facultad y yo hemos ido a tomar nuestro primer masaje en Indonesia al sitio de Malang que recomienda la guía Lonely Planet, por ser un lugar con unos masajistas ciegos muy cualificados. Pues creo que he tenido mala suerte. Me explico: el sitio era pequeño, tétrico y oscuro. Hasta ahí vale. Ha llegado el masajista: un señor de unos 40 años, delgaducho con los ojos vidriosos que me invita a pasar. Tras el masaje, que ni ha sido una maravilla ni he podido disfrutar, me dice: “it is finished” (que el masaje se ha acabado, vaya), me da un abrazo, le doy las gracias. Bueno, hasta ahí también vale, es una manera de despedirse como otra cualquiera. Pero entonces, directamente, me da unas palmaditas en los genitales, un beso en la mejilla y se marcha. Realmente no lo he sentido como un acoso, sino como que el hombre estaba intentando ser amable, pero me he quedado a cuadros y sinceramente, me ha resultado muy inapropiado, por decirlo de alguna manera. Y claro, tú, españolito getafense, que no te han dado un masaje en tu vida antes, te callas porque te crees que a lo mejor es que así se despiden los masajistas en Indonesia y porque, para qué negarlo, te has quedado más helado que los lagos de los finlandeses. Por supuesto, al preguntar a la salida a Kimi, Raiko y Van Nistelrooy si se habían despedido de alguno dándole una palmadita en los genitales y al contarles la historia, casi mueren por asfixia de tanto reirse.

Justo después hemos ido a tomar el tan aclamado café de Java, el Luwak, en cuyo procesado se incluye el que una gineta o civeta ingiere los granos, los digiere, y son recogidos de sus heces para hacer el café. Yo no sé distinguir un café bueno de uno malo, pero este estaba riquísimo.
Y claro, toda la tarde con el cachondeíto de “tocando los cojones”

Comentarios:

  1. Creo que nos han invitado a otra boda
  2. Están a punto de crear el Nobel de Geografía para dárnoslo a Kimi y a mi con el cartografiado de las fragonetillas de Malang. Lo publicaremos en el New England Journal of Geography.
  3. Kimi y yo certificamos que en una fragonetilla caben 14 adultos y dos niños.
  4. Tengo memoria pez para las caras, así que yo sonrío a todo el mundo le conozca o no y así me curo en salud.
  5. Me siento raro cuando se dirigen a mi como Mister Torres.
  6. He probado el “zumo de capuccino”...¡delicioso!
  7. ¡Mira, una jirafa! (en el zoo de Batu)



Un abrazo y gracias por leerme

3 comentarios:

  1. hola! he empezado a seguir tu blog desde que me lo recomendó una amiga mia y la verdad es que me esta gustando mucho tu odisea jaja. Es un país del cual tenia bastante desconocimiento y leyendo tu blog creo que estoy empezando a hacerme una idea.

    P.D: aun no leido todo tu viaje por Japón, pero ya m dan ganas de ir, aunque solo sea por cocinar en la plancha esa XD.

    P.D 2: pa mi que el masajista te queria violar jajajaja...be careful!

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  2. ¡Hola Carlos! ¡Bienvenido!

    Muchísimas gracias por pasarte por aquí ^_^
    Me alegra mucho que te guste esta aventura, Indonesia es un país espectacular que recomiendo totalmente.
    ¿Puedo preguntar quién te ha recomendado el blog? XD (mera curiosidad)

    Espero que te sea ameno. ¡Muchas gracias por leerlo!
    ¡Bienvenido a la jirafa!

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  3. Creo que estoy revelando mis fuentes...pero bueno jaja (es coña).Pues me lo recomendó mi amiga Alejandra, que a su vez es amiga de tu amiga Almudena. Me dijo que me pasara a ver, que me gustaría lo que leería y ha acertado XD, así que aquí estoy...expecting to read about your next adventure :P. Aunque ante todo disfruta y gracias por compartir tus experiencias y !!esas pedazo de fotos!!

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