¡Hola!
Bien, he comenzado el viaje. Finalmente he vuelto a cambiar el itinerario, ¿por qué? Porque los aviones aquí tienen tales retrasos que básicamente se rieron en mi cara cuando les dije el plan que tenía preparado. Además, salvo la nacional Garuda Indonesia, todas las demás aerolineas están en la lista negra de la Unión Europea.
De tal forma, tras echar toda la tarde en el aeropuerto, y con unas 3 horas de retraso, Kimi y yo llegamos a Kuta Lombok.
Este pueblecillo vive de la pesca y del surf, pero nosotros hemos venido aquí a por las playas, ¡y qué playas! Por ejemplo, la encantadora Tanjung An, con arena blanca y el mar de un azul simplemente increíble.
Como ya viene siendo habitual, nos calzamos las playeras y montaña arriba a buscar vistas panorámicas. Ayer recorrimos el este, hoy las playas del oeste de Kuta, y aunque hemos acabado pa chopped, las vistas han merecido la pena.
Ayer encontramos una pequeña cala escondida, sin nadie, entre acantilados, con unas olas enormes, en la que fue un placer bañarse y terminar con arena hasta en el seno esfenoidal.
Además, hoy en la playa, una chica ha empezado a hablar con nosotros y con un muy buen inglés nos ha dicho que estudiaba en la Universidad de Mataram y tras una agradable conversación nos hemos despedido e intercambiado cuentas de Facebook.
Mañana nos vamos a Senggigi, donde me separo de Kimi, que se va a las islas Gili y Singapur, y yo tomo un barco que me llevará, parando en varias islas, al el Parque Nacional de Komodo.
Comentarios:
1. La mayor parte de la gente que te encuentras por la calle te saluda y un amplísimo porcentaje de ellos, especialmente niños, te grita a pleno pulmón: GOOD MORNING MISTER!!!!
2. Nunca he vivido un sol tan dramático como este. Me echo toneladas de protector solar del 50 cada poco tiempo pero estoy completamente achicharrado.
3. Sí, una playa es una playa, en Valencia y en la China, pero hay que reconocer que mi querida Gandía no tiene el encanto que tiene esto.
4. En el bungalow en frente de nosotros hay un chaval, con un mostacho impresionante, y aunque parece australiano, yo le llamo Sir William, porque cuando te saluda con ese bigote pone una cara digna de cualquier Lord inglés. Mu majete.
5. Lombok me está sorprendiendo muy gratamente.
6. Ha sido movernos un par de islas solo, pero aquí la gente habla otro idioma y tiene la piel mucho más oscura que en Java.
7. Perdón por no poner más fotos, es que me he venido al viaje sin el ordenador por lo que solo puedo subir las fotos que hago con el teléfono.
Un abrazo y gracias por leerlo
domingo, 30 de junio de 2013
martes, 25 de junio de 2013
La playa y la tortilla infame
¡Hola!
Lamento no haber escrito antes,
pero entre las cosas que hay que hacer por aquí y preparar el viaje,
estoy con las horas al cuello.
Candi Badut |
En estos días ha tocado visitar
templillos (“Candi” en Bahasa Indonesia, sí, como el
“Charlieeee, Candy Mountain”) Badut, Sumberawan y Singosari en
los alrededores de Malang, que aunque no estén muy lejos (unos 20km)
con el transporte aquí tardamos unas 2 horas en llegar. Son templos
pequeñitos, que aunque no espectaculares, son agradables de visitar.
Y por ejemplo, Candi Badut, es el más antiguo de Java Oriental.
Iglesia de Malang |
El sábado, Kimi y yo fuimo a la
Plantación de Té de Wonosari, es la primera
plantación que veo, por lo que me asombró bastante ver tal
extensión. Estábamos solos, sin ruido de motocicletas y solo un par
de trabajadores desperdigados. Por supuesto, y como no podría ser de
otra manera, nos subimos a una colina para tomar fotos. Al bajar
perdimos el camino y acabamos de agua y telarañas hasta las cejas. Para volver, nos tocaron por conductores de fregonta unos adolescentes que si ya de por sí conducían como psicópatas, tras ciertas palabras hormonadas que les soltó una pasajera joven empezaron a salirse de la carretera para ir más rápido, adelantando por los caminos de piedras y barro en plena autopista y así sucesivamente. Paberse matao.
Plantación de té de Wonosari |
El domingo fuimos a una playa al sur de
Malang con todos los indonesios. Tras 3 horas con 4 personas en el
asiento de atrás, con carreteras que parecían el ascenso a la cueva
de Ella-Laraña y que casi nos comemos varias motos y un camión,
llegamos a una bonita playa. Sí, vale, es una playa, como las de
Madrid, pero esta tenía vegetación y palmeras por todas partes.
Hicimos una barbacoa, nos bañamos con las corrientes del río y
saltamos las olas. Realmente fue una pasada.
Y ayer...fuimos nosotros los que
cocinamos. Conseguimos los ingredientes como pudimos y allí
estábamos: dos finlandeses, dos holandeses y uno de Getafe, cortando
patatas y cociendo zanahorias. Por mi parte diré que la tortilla de
patatas que me salió, aunque de sabor estaba rica, era una puta
mierda. ¡Pero qué queréis! ¡Tuve que hacer tortilla de patatas en
una SARTÉN DE WOK! ¡Eso no cogía forma de ninguna manera! Raiko
hizo macarrones, los holandeses un puré raro, y Kimi albóndigas en
salsa, con lo que ganó el concurso, y bien merecido.
Pero os puedo decir que fue genial
verles probando cada cosa, por una vez éramos nosotros los que
podíamos darles algo a ellos. Y no sé si les gustó, pero en cuanto
giré la cabeza las 3 tortillas y la ensalada habían desaparecido
completamente.
Y para acabar, tras muchas horas de
sueño empleadas...¡POR FIN HE DECIDIDO EL VIAJE QUE VOY A HACER! El
itinerario es el siguiente:
Malang- Isla de Lombok - Islas Komodo -
Isla de Flores- Kalimantán (Borneo) – Jogjakarta
Los puntos fuertes en teoría van a
ser: Ver los dragones de Komodo, las playas paradisíacas de Lombok,
ver orangutanes, demás fauna y trekking en Borneo (¡sí! Esa isla
que aparecía en los libros de Biología) y los templos de Borobudur
y Prambanan en Jogja.
Comentarios:
- La manera de mostrar respeto de los niños hacia personas más mayores para mostrar respeto es acercarse tu mano a su mejilla. Parece una tontería pero me parece un gesto precioso.
- Nos hemos hecho unos maestros de las palabras soeces en bahasa indonesia.
- Mi favorita es “caca”, que se dice: TAEK!!!
- Lo bonito de estar con gente musulmana e hindú es que te pueden hablar sobre sus religiones directamente desde su experiencia personal.
- Las patologías pueden ser más o menos interesantes, pero mucho más es ver cómo es la relación médico-paciente, cómo afronta la gente la enfermedad aquí, cuándo y cómo van al médico, y el ambiente social en el que todo está circunscrito.
- He intentado comprarme pantalones de secado rápido, de los adecuados para la jungla y bla-bla-bla por todas partes pero no tienen mi talla. Así que, llamadme cafre y paleto pero me voy en vaqueros a Borneo.
Un abrazo y gracias por leer.
Tugu (Malang) |
miércoles, 19 de junio de 2013
Bromo
De manera excepcional, y sin que sirva
de precedente, este post no va a ser escueto y directo.
Sábado, 15 de Junio de 2013, tras
visitar parte de Malang, nos volvemos a vestir de Batik porque
tenemos el honor de ser invitados a otra boda. En este caso, LA BODA
MILLONARIA, un macro bodorrio que me río yo de la boda de la del
príncipe y Leti, y sobre todo, mucha gente vestida con traje javanés
que es sencillamente precioso.
Tras ello, preparamos las mochilas y a
las 23h nos vamos a la facultad, para a la 1 a.m. partir en Jeep
hacia el Bromo.
Subir al monte Bromo es toda una
experiencia en sí misma. Comienza con los caminos semiasfaltados y
llenos de baches, continuando por atravesar un gigantesco cráter
rodeado de niebla que se da un aire realmente lunar, ascender hasta
cierto punto rodeado de otros Jeeps y caballos, y finalmente caminar
por la montaña hasta llegar al lugar escogido para ver amanecer.
Pero como había mucha gente, Kimi y yo nos enfundamos la linterna y
empezamos a trepar por el “camino/barrizal” hacia un punto un
poco más elevado y desde el que podemos disfrutar sin ningún tipo
de aglomeración.
El amanecer allí es precioso. Un
paisaje escarpado, cubierto de niebla que se disipa poco a poco, con
los volcanes Bromo y Semeru, ambos activos, al fondo, expulsando humo
constantemente. Según avanza la luz y quemas el botón de la cámara
de tantas fotos del paisaje y de los amigos indonesios que se nos
unieron posteriormente, giras la cabeza y descubres que la niebla se
ha ido y que ahora se puede ver el valle en todo su esplendor.
Tras quedar a gusto y satisfechos,
descendemos y avanzando en Jeep a través del desolado paisaje
cubierto deceniza, visitamos el cráter del volcán Bromo, imponente,
humeante, y peligrosamente bello. Y...decidme, ¿hay alguna manera
mejor de esperar a la gente que ha ido en segunda tanda a visitar el
cráter que jugar juntos finlandeses, indonesios y el españolito a
diferentes juegos descalzos sobre la ceniza y arena? Los gritos y las
risas no tienen precio. Por ejemplo, los finlandeses tienen fama de
tímidos y de huir constantemente de la mirada en la parada del
autobús, por lo que nos colocamos todos en círculo y miramos a los
pies de alguien aleatorio. Al dar una señal, todos miramos a la cara
de la persona a la que estábamos mirando los pies, y si coincide que
esa persona estaba mirando tus pies y se cruzan vuestras miradas,
tenéis que gritar lo más fuerte que podáis de lo asustados y
traumatizados que estáis, y perdéis y salís del círculo, y el
resto continúa hasta que quedan dos, los ganadores. Creedme, es
divertidísimo.
Entonces el Jeep nos lleva a lo que
aquí llaman las “arenas susurrantes” debido a que se trata de
una explanada en la que cuando pasa la brisa, se escucha un murmullo.
Yo no lo escuché, la verdad, pero me subí con Raiko al techo del
Jeep y fuimos hasta el siguiente punto montados ahí encima. Es una
experiencia por un lado dolorosa porque te deja los ísquion
polifracturados, pero por otro brutal, sintiendo el viento de frente
mientras te rodean las montañas.
Y llegamos a la “Sabana”, más
conocida como la colina de los Teletubbies. Nos dicen que no nos
alejemos mucho, que volvamos en 10 minutos, pues hale, pocos segundos
más tarde Kimi y yo estábamos corriendo como locos subiendo y
bajando las colinas y tomando fotos de campeonato.
Por último, visitamos la cascada Air
Terjun Coban Pelangi, a la que se accede tras un par de kilómetros
por un camino a través del bosque. No es la cascada más grande de
este mundo, ni la más espectacular, pero ha sido una de las mejores
experiencias de toda mi vida. Normalmente en otros países, hay
barandillas y gente del parque que vigila que la gente no se mate en
las cascadas. Bueno, pues no en Indonesia, aquí consideran que ya
eres mayorcito para saber lo que haces, por lo que ponen un cartel
cochambroso de que andes con cuidado y a pastar. Dejamos las mochilas
en una cueva cercana, nos descalzamos, entramos en el río y
remontamos el caudal hasta volver a alzarnos sobre las resbaladizas
rocas. Sí, las rocas duelen en los pies, y te tienes que andar con
mucho cuidado, pero la sensación de sentir todas y cada una de las
texturas en los pies desnudos es indescriptible. Consideramos que
unos 10 metros es una distancia insanamente aceptable para acercarse
a la cascada, justo en la orilla del lago en el que caía. La
sensación de libertad es infinita. De pie, con los brazos abiertos,
y un viento cargado de agua contra el que es difícil mantenerse en
pie. Lo más impactante es sentir la fuerza del agua contra ti.
Completamente empapado, descalzo, rodeado de un bosque idílico y con
una cascada enorme cayendo a escasos metros, es una experiencia
mística.
Y tras ello, vuelves sobre tus pasos,
ayudas a la gente a bajar las piedras altas, y caminamos todos juntos
hasta encontrar un baño en el que cambiarnos toda la ropa y
calzarnos. Y por el camino, una personita me pidió hacerme una foto
con él:
Agotados, volvemos a Malang, y nos
obsequiamos una cena tranquila, relajada, y con buena conversación.
Comentarios:
- Aunque sigo achicharrado, creo que me voy acostumbrando al calor y humedad.
- Cuando acabe la rotación, mi primer destino de viaje va a ser la Isla de Lombok. ¿Y sabéis lo mejor? ¡Que no voy solo! Voy con Kimi
- El resto del viaje aún es incierto.
- Ya son varios los médicos que tras decirles mi edad me han preguntado si me he casado ya.
- Alguien se nos ha adelantado con lo del trayecto de los angkots, adiós al Nobel.
- Me he quemado el cogote y la cara en el Bromo por el sol, ahora sí que soy un buleh de libro.
- La comida picante está haciendo estragos
- Fuimos a otro sitio de masaje, y esta vez sí ha sido genial y nadie ha manoseado mis gónadas.
- Siento que estoy haciendo el “Camino hacia la diabetes”: TODO aquí, todo, está frito, saturado de azúcar o ambas cosas a la vez.
- Estoy empezando a ver cosas realmente impactantes en el hospital.
- Los/las dependientes en las tiendas de ropa son más pesados que matar a un cerdo a besos, se te pegan al lado mientras estás viendo por si quieres preguntarles algo, pero es que te persiguen a 1 metro allá a donde vayas, ¡qué cansinos! ¡dejadme espacio coñaaaa!
- Ya sé insultar en indonesio y en finlandés
- Qué divertido es verles intentando pronunciar la “j” o la “rr”¡Un abrazo y gracias por leer el blog!
martes, 11 de junio de 2013
Turbio, turbio, turbio.
¡Hola!
Por fin ya he entrado en la dinámica
del hospital, ahora es una gozada ir de sitio en sitio. Ya estoy
ubicado y es lo que debo aprovechar. Realmente es muy interesante,
por ejemplo, hoy ha sido un día en el que he visto cómo manejan la
tuberculosis infantil y las medidas de educación y prevención que
emplean.
El fin de semana fuimos a Batu, una
ciudad próxima a Malang que se basa en un complejo turístico para
indonesios. Hay un zoo, en el que te encuentras estampas como la
siguiente: al acercarnos al lugar de observación del elefante
asiático, nos apoyamos en la barra, y de repente, a mi lado, un niño
que miraba fijamente al elefante se gira y...mandando a pastar al
elefante se queda embobado mirándonos, se ve que considera más
exótico ver a tres “bulehs” que a un elefante.
Batu en sí no tiene nada interesante.
Quiero hablarlos del tráfico. Es un
puto peligro, un caos. Especialmente por las motos, que son una plaga
y se meten por todos los rincones milimétricos que encuentren. Lo de
los carriles es algo relativo, los semáforos forman parte del
decorado, los arcenes y aceras no son más que las extensiones
naturales de la calzada y adelantar mientras otros coches vienen en
sentido contrario es habitual.
Y sí, todo es jijí y jajá con el
tráfico hasta que, yendo en una fragonetilla, encuentro un corro de
gente en la calle rodeando a dos personas tumbadas en el suelo con
dos motos en las proximidades, una se mueve, y la otra no, y tumbada
boca arriba tiene un charco de sangre en torno a la cabeza. La gente
de la fragonetilla se escandaliza y grita, pero es que en esta ciudad
(y eso que aquí el tráfico no es ni la mitad de peligroso que en
ciudades más grandes como Surabaya o Jakarta) llega a urgencias cada
hora un politrauma de los gordos. Sí, cada hora, o menos.
Hoy, Kimi, Raiko, un holandés que está
de intercambio en la facultad y yo hemos ido a tomar nuestro primer
masaje en Indonesia al sitio de Malang que recomienda la guía Lonely
Planet, por ser un lugar con unos masajistas ciegos muy cualificados.
Pues creo que he tenido mala suerte. Me explico: el sitio era
pequeño, tétrico y oscuro. Hasta ahí vale. Ha llegado el
masajista: un señor de unos 40 años, delgaducho con los ojos
vidriosos que me invita a pasar. Tras el masaje, que ni ha sido una
maravilla ni he podido disfrutar, me dice: “it is finished” (que
el masaje se ha acabado, vaya), me da un abrazo, le doy las gracias.
Bueno, hasta ahí también vale, es una manera de despedirse como
otra cualquiera. Pero entonces, directamente, me da unas palmaditas
en los genitales, un beso en la mejilla y se marcha. Realmente no lo
he sentido como un acoso, sino como que el hombre estaba intentando
ser amable, pero me he quedado a cuadros y sinceramente, me ha
resultado muy inapropiado, por decirlo de alguna manera. Y claro, tú,
españolito getafense, que no te han dado un masaje en tu vida antes,
te callas porque te crees que a lo mejor es que así se despiden los
masajistas en Indonesia y porque, para qué negarlo, te has quedado
más helado que los lagos de los finlandeses. Por supuesto, al
preguntar a la salida a Kimi, Raiko y Van Nistelrooy si se habían
despedido de alguno dándole una palmadita en los genitales y al
contarles la historia, casi mueren por asfixia de tanto reirse.
Justo después hemos ido a tomar el tan
aclamado café de Java, el Luwak, en cuyo procesado se incluye el que
una gineta o civeta ingiere los granos, los digiere, y son recogidos
de sus heces para hacer el café. Yo no sé distinguir un café bueno
de uno malo, pero este estaba riquísimo.
Y claro, toda la tarde con el
cachondeíto de “tocando los cojones”
Comentarios:
- Creo que nos han invitado a otra boda
- Están a punto de crear el Nobel de Geografía para dárnoslo a Kimi y a mi con el cartografiado de las fragonetillas de Malang. Lo publicaremos en el New England Journal of Geography.
- Kimi y yo certificamos que en una fragonetilla caben 14 adultos y dos niños.
- Tengo memoria pez para las caras, así que yo sonrío a todo el mundo le conozca o no y así me curo en salud.
- Me siento raro cuando se dirigen a mi como Mister Torres.
- He probado el “zumo de capuccino”...¡delicioso!
- ¡Mira, una jirafa! (en el zoo de Batu)
Un abrazo y gracias por leerme
sábado, 8 de junio de 2013
La boda y el cumpleaños
-->
Nos han invitado a una boda
javanesa-musulmana. Sí, ¡A UNA BODA! De una amiga de la hermana de
una de nuestras amigas de aquí. Y por supuesto, nos hemos ido a
comprar ropa para ir de manera adecuada a la situación, es decir,
BATIK. Se trata de una prenda de seda u otro material que solo puede
definirse con un término: HORTERA. A la foto me remito:
La experiencia ha sido bestial: primero
saludabas a los familiares mientras paseabas por una alfombra roja, y
al subir a un altillo, saludabas al matrimonio. Tras lo cual, bajas,
te sirves lo que quieras de las toneladas de comidas de diferentes
tipos que había y te lo comes mientras hablas con otra gente. Por
cierto, ni gota de alcohol. Debo decir que la comida era deliciosa.
Pero lo más impresionante era todo el ambiente y la decoración:
miles de flores, estampados, los novios vestidos con prendas violetas
y numerosos brillantes, y la pared de recepción...es mejor que la
veáis:
Y sí, ayer fue mi cumple aquí, y
aunque el mejor regalo lo recibí en el hospital, por la noche fuimos
todos a cenar. Y cuál será mi sorpresa cuando veo aparecer a una
chica indonesia y a Raiko trayéndome cada uno una tarta. ¡No me
digáis que no son un puntazo!
Pero lo mejor es que tuvimos una velada
divertidísima. Son de estas cenas que no sabes muy buen cómo, pero
que resultan ser geniales. Si bien es cierto que estoy super contento
porque creo que entre los finlandeses y yo hay muy buen ambiente y
colegueo, cuando ya nos juntamos con los indonesios es que no hay
manera de parar con las risas. Después fuimos a un karaoke (que fue
la primera vez para Kimi y Raiko que iban a uno) donde desde Lady
Gaga, a Bon Jovi y Green Day hasta canciones en indonesio con las
que hemos conseguido que la meteorología diga que va a llover de
aquí a que acabe el mes todos los días (no estoy de coña,
realmente la previsión anuncia lluvias todos los días).
Habitualmente en Indonesia, la costumbre es hacerse alguna “perrería”
y luego dar la tarta. Conmigo han sido buenos y solo me han puesto un
poco de nata por la cara.
El clima: calor insoportable y humedad
terrible, por lo que según te pones una prenda de ropa, dura limpia
escasos 10 minutos. Además, aunque se supone que he venido en la
estación “seca”, el tiempo con el que llevamos ya varios días y
que me espera hasta que regrese a Madrid es todos los días, sol
espléndido hasta las 12-16h y luego repentinas lluvias torrenciales
y tormenta.
Comentarios:
- El calor y los horarios de aquí hacen que te levantes a las 6 am con ganas de comerte el mundo pero a las 16h ya estés amodorrado con ganas de acostarte.
- Realmente me es difícil entender muchas de las costumbres aquí, especialmente algunas relacionadas con religión, cultura y sociedad. Por lo que, desde luego, se está convirtiendo en un gran ejercicio de tolerancia.
- Llevo una semana sin migrañas, estoy que no me lo creo.
- Hoy he salido a la lluvia, y realmente era como estar en la ducha con el agua a tope.
- Constantemente tienes la sensación de estar observado y de que 50000 ojos están sobre ti. Simplemente te acostumbras.
- Nos están tratando como reyes.
- Aunque parece que fue ayer, llevo una semana en Indonesia.Un abrazo y gracias por leerme
martes, 4 de junio de 2013
La orquesta nocturna y la cena
-->
¡Hola! Estoy bien. Venga, al turrón:
Me cago en los putos mosquitos. Hale,
Ya lo he dicho.
Se me ha pasado el Jet lag, por lo que
en teoría, esto debería ser ahora el Mundo de Yupi y una piruleta
gigante vendría a recibirme todas las mañanas. Pues no, ahora me
duermo bien, pero a las 4 de la mañana, en plena Nubepedolandia,
tengo un gallo bajo la ventana que pega unos berridos que parece que
le están matando; cualquier día salgo y le pego una patada que le
cambio de hemisferio. Y cuando el gallo se calma, a las 4:30 am,
empiezan en la mezquita con las oraciones matutinas, que desde la
lejanía es como el “Se te nota en la mirada” de la verbena de mi
pueblo, pero con un estilo...diferente. Y además, de manera
intermitente, hay unas especies de lagarto que hacen un sonidito como
de abuela riéndose. Vamos, que tengo una orquesta montada.
¡Ayer tuvimos la fiesta de bienvenida!
Un cena espectacular con 30 personas, pero no me digáis por qué,
los indonesios comen menos que un grillo, y al final solo quedábamos
Kimi y yo. Pero nos reímos un montón, aprendí muchas cosas y nos
hicimos un montón de fotos, hasta subidas en un escenario y todo,
con acompañamiento musical, etc.
Por cierto, ¡ME HAN CONCEDIDO ESTAR
ROTANDO EN EL DEPARTAMENTO DE PEDIATRÍA! ¡Bieeeeen!. El hospìtal en
el que estoy es muy grande, con todo lo que eso conlleva: hay muchos
pacientes, y muchos familiares, que como no hay sitio, se ven
obligados a acampar y dormir por los pasillos y todos los exteriores
del hospital. No puedo hacerlo porque me parece que es invadir
demasiado la intimidad de la gente, pero hay tantas caras y
expresiones que deberían ser fotografiadas para que las pudiera ver
el resto del mundo...es que, aunque no sepa indonesio, hablan por sí
solas. Pero ya haré un post especial monográfico sobre medicina en
Indonesia y el hospital, que todavía estoy recopilando datos.
Cada día estoy más asombrado y
estupefacto de cómo funcionan las cosas aquí, de cómo es la
cultura y de este país en general. No juzgo que sea mejor ni peor,
solo hablo de la diferencia.
Y ahora, unos comentarios:
- Ayer vino Kimi a decirme súper emocionado que en el baño de la universidad hay papel. Cómo se nota que ya nos vamos conociendo.
- Hoy, la fregonetilla de transporte en la que iba estaba tan llena, que me ha tocado hacer el trayecto con las piernas por fuera de la puerta colgando...con lo poco peligroso que es el tráfico en Malang (Nótese ironía)
- Raiko se ha pillado una diarrea del viajero. Yo no, pero tanta comida picante empieza a hacer estragos en mis tripas.
- La comida en Indonesia se define en 4 palabras: picante, frita, grasienta y deliciosa.
- Estoy aprendiendo un montón sobre educación. Del sistema finlandés estoy enamorado no, lo siguiente, tanto a nivel de educación primaria como universitaria. Porsupuesto hay cosas con las que no estoy de acuerdo, pero el resto de cosas lo compensa.
- La educación primaria pública en Indonesia cuesta 5 euros al año, y aún así hay muchas familias que no pueden pagarlo.
- Aquí no tienes fajos de billetes, tienes guiñapos y albóndigas. (adjunto foto)Un abrazo y gracias por leerme.
domingo, 2 de junio de 2013
El desfile y la fregoneta
¡Hola! Sigo vivo y todo bien. Hale,
entremos en harina:
Me cago en el Jet Lag, he dormido 0h
0min 0seg, y mientras a la caza de mosquitos, que aunque no haya
malaria en Malang, después de más de 10 picaduras que te dejan los
brazos y tobillos del color del tomate frito, como que ya empiezan a
tener menos gracia los bichejos estos.
Y...no sé cómo, he acabado metido en
otro fregao de los grandes. Me invitaron a ver el carnaval que hace
cada año la facultad de medicina, en el que este año cada clase se
disfrazaba de una cultura diferente de Indonesia, pues me han puesto
casi al frente llevando el estandarte del Monumento Nacional de
Jakarta de la clase de 2º año. Pero lo más impactante es ver por
la calle a la gente que sonríe, que se ríe, y claro, a ti,
españolito getafense, te entra la risa floja durante todo el desfile
por la ciudad; y los niños (sobre todo aquellos que estaban más
cerca de zonas hacinadas) empiezan a gritar: “¡¡¡Buléh,
buléh!!!” Tras media hora, me da por preguntarles qué significa,
y me dicen que “extranjero”. Así que imagináos mi cara de
alegría, cuando todo el mundo te mira como un mono del zoo y te
empieza a sonreir. Y bueno, que ellos se sorprendan de ver un
extranjero, lo entiendo, pero es que la gente de la universidad, se
abalanzaba para hacerse fotos con los finlandeses y conmigo.
Flipante.
He probado el transporte público, y
aunque es cierto que no me esperaba que me recogiera un Rolls
Royce...me quedé con una cara de “¿pero esto qué eeeees?”
cuando en vez de venir un autobús, vino una especie de fregonetilla
más pequeña que el monovolumen de mi tío Gaspar, en las que tienes
que ir todo el tiempo medio agachado. No existen mapas de las rutas
que siguen estas latas de conserva con ruedas, ni ninguna parada
establecida, y si se te ocurre preguntar por cómo ir a un sitio al
conductor, éste le pregunta a los pasajeros de atrás que sabrán
más que él. Tan destartaladas que puedes ver el motor desde dentro.
Os dejo una foto ilustrativa:
Por cierto, los finlandeses son dos
muchachos de intercambio como yo que van a estar con nosotros este
mes. A uno de ellos, el que vive en mi casa, le llamaremos Kimi, que
es un chaval muy despierto, con recursos; y al otro, que es un
hiperactivo de mucho cuidado con el que te partes de risa, le
llamaremos Raikkonen en adelante.
Un abrazo y gracias por leerme.
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