Siento no haber escrito más, pero el viaje ha estado apretado y la disponibilidad de internet reducida.
3ª etapa, Japón espiritual: Bueno, bueno, pues deciros que me he puesto a patear algunas rutas de senderismo de Kumano Kodo, que según me dijeron, es el equivalente sintoísta al Camino de Santiago. Para acabar, después, alojádome en un templo budista, donde además de probar la comida vegetariana que toman a diario, participé en los servicios religiosos, entre ellos meditación Ajikan y oraciones matutinas así como el ritual del fuego Homa. La verdad es que la experiencia ha sido impresionante. Eso sí, tanta posición del loto me ha dejado las piernas que parece que ando como las muñecas de famosa (¡¡ Es que duelen una barbaridad!!...y eso que solo medité 15 minutos jajajaajja)
4ª etapa, Hiroshima: se merece una etapa especial, porque es muy muy muy impactante. Tuve la suerte además de que un ancianito japonés que chapurreaba bastante bien el inglés, me estuvo explicando todos los monumentos, cosa que agradecí muchísimo, porque contado por gente de ahí, todo adquiere otro color. La verdad es que las sensaciones que he vivido en Hiroshima, no las había vivido en ningún otro lugar.
5ª etapa, Japón volcánico: Visita a la isla de Kyushu, donde pude visitar el cráter del volcán activo Naka-dake, sí...activo...calmado, pero activo, y desde luego, ver ese cráter humeante y el paisaje apocalíptico te da una perspectiva muy diferente de la vida. Por último, visita a Hakone, también infernillos de azufre pero eso sí, con un lago precioso y con unas vistas al Monte Fuji que te caes de boca.
Ahora, me encuentro de regreso en Tokyo.
Mañana lo voy a dedicar exclusivamente a mis amigos de aquí, es lo más que puedo hacer, porque desde luego, el agradecimiento que merecen, es infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario