sábado, 4 de agosto de 2012

Sobre los bichos, y vete tú a saber qué

¡Hola a todos!

Todo va bien, me he mudado a la residencia, que...para qué negarlo...es una cueva cutre, pero bueno, se puede vivir. Quizás estaba demasiado bien acostumbrado con la familia jajaja El que vive en la habitación de al lado no sé si es que es autista, está nervioso, o no tiene ni papa de inglés ni de japo porque de verdad que me he intentado comunicar con él y ha sido un fracaso absoluto.

En primer lugar, de los bichos. Sí, en Japón hay bichos, unos tan pequeños que no te das cuenta, per amaneces con los tobillos llenos de picaduras que pican un huevo, y te dan ganas de rascarte hasta en la ducha. Incómodo vaya.

Pero hay otros bichos, los "semi", son unas especie de cigarras diabólicas del tamaño de un Boeing 747 que, aunque hacen un sonido típico y precioso japonés, como te encuentres con una tienes dos opciones, huir o...nah, solo puedes huir, yo hoy he tenido que entrar corriendo a mi habitación, que casi me pego el guarrazo del siglo contra la puerta, porque había entrado una en el pasillo y yo creo que pretendía asesinarme.

En segundo lugar...¡qué vergüenza! La verdad es que no pude evitarlo, así que no me culpo, pero es que...el otro día tuvimos una cirugía de un meningioma de 5 h 30 min, bueno, pues el señorito David no está acostumbrado a estarse ese tiempo de pie sin moverse un ápice. Pues eso, que casi me desmayo en pleno quirófano JAJAJAJAJAJAJJA me tuve que salir y todo a sentarme y a beber agua porque se me empezó a nublar la vista XD

Por cierto, tengo novedades sobre los váteres, lo del chorro de agua, me han dicho que no es solo para limpiarte, sino también para que te estimule el ojete y hagas popó si estás estreñido. Ahí queda eso.

He visitado, por ejemplo, Akihabara, barrio de la electrónica, de los neones, del otaku, etc, etc, etc. Es como un gran puticlub, pero en rascacielos y en adolescente. Una pasada. También el Museo de Arte Contemporáneo de Tokyo...que sinceramente...mola un montón.


Comentarios:

1. A los japoneses les gusta mucho comer, y comer mucho. Cuando yo llego a mi límite ellos siguen y siguen comiendo.

2. En relación al punto 1, no sé cómo narices no son diabéticos el 99% de los japos.

3. Me ha llamado la atención un policía, muy educadamente, pero lo hizo, por cruzar un semáforo en rojo. Ya véis, que aquí hacen caso a esas cosas de colores.

4. Si el váter no me come, lo harán los "semis" estos.

¡¡Un abrazo a todos!!

DAVID

(siento no poner fotos hoy, en el próximo pongo, ¡lo prometo!)

2 comentarios:

  1. jejejejjejeej!!!!!!!!
    Me encanta lo sincero que eres!!!
    Quiero ver a los diabólicos "semi".
    Y no te preocupes, si hubiera sido yo habria tirado al paciente y me habria acostado yo en la camilla XD XD

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